lunes, 1 de junio de 2020

El titanic


El Titanic
El premio Nobel norteamericano Ernest Hemingway formuló la teoría literaria del iceberg por la cual el escritor se concentra en relatar los hechos y dejar de lado información decorativa o tal vez superflua o prescindible. El escritor tendrá un conocimiento total de la historia (lo cual le dará mayor potencia y credibilidad a su relato) pero solo compartirá lo importante de ella, la parte del iceberg que emerge sobre la superficie y omitirá la otra gran parte sumergida allí donde el lector deberá encontrar lo esencial de la narración.
Podríamos seguir ahondando en la teoría propuesta por este gran escritor del siglo XX, tendríamos varias líneas a desandar, por ejemplo, esta teoría comparada con la teoría de Freud sobre el Iceberg, sería interesante también analizar la teoría del poder subyacente en ambas formulaciones, pero en estos días mi pensamiento giró alrededor del pequeño relato ese Maldito instante compartido en el artículo anterior que suelo utilizar en talleres de escritura como objeto de trabajo. El texto en sí mismo para mi tiene un significado simbólico, pero más allá de esto me importa su forma, es un texto abierto, se desconocen las causas y consecuencias del relato, la trama es tensa y de resolución incierta, esto abre la puerta al lector para continuar y completar la historia. Esa es la propuesta en el taller, continuar la historia de la niña perdida y debo decir que siempre me sorprende los múltiples finales propuestos por los talleristas.  
En la novela "Adiós Hemingway" del cubano Leonardo Padura, el detective Conde, durante un diálogo con su mejor amigo el Flaco enumera los diferentes tipos de escritores existentes:
—No, Salvaje, no estoy tan seguro. Acuérdate de que hay muchas clases de escritores: los buenos escritores y los malos escritores, los escritores con dignidad y los escritores sin dignidad, los escritores que escriben y los escritores que dicen que escriben, los escritores hijos de puta y los escritores que son personas decentes…
—¿Y dónde pones tú a Hemingway?
—Creo que era un poco de todo.
En fin, así como existen distintos tipos de escritores y teorías literarias, tal vez podríamos afirmar que la belleza justifica los medios.


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